¿Como se conocen las cosas? ¿Desde que punto las conocemos?
Conocer el terreno es lo primero que quiere un arquitecto al hacer una obra.
Como es la sala de exposiciones, pregunta el artista ante su muestra.
Como es el? .Alto , bajo, flaco, colorado, morocho? Y ella?
Como esta la cancha Hay barro ? . El pasto esta alto? .Pregunta el futbolista.
Pareciera que queremos conocer determinadas facetas de algo antes de actuar.
Y otra vez yo hinchando con el punto de vista de las cosas de cómo se ven y se conocen las cosas.
Correré en Chicago mi sexta maratón de 42,195km.
Como es Chicago? . Me pregunto. Que veré , que hay allá a mitad de carrera o en el km 30…?
Un chileno me escribe un mail, preguntando si Chicago tiene subidas en alguna parte del recorrido…..Quiere conocer. No nos conocemos, pero queremos conocer sobre lo mismo.
Corro…y siempre de tanto pasar por el mismo lado para controlar el kilometraje que corro, termino conociendo el terreno…ahora viene la panadería, tengo que doblar a la izquierda, cruzo porque aun no han arreglado el pozo….ahora Pellegrini…todavía no limpiaron esta caca de perro…? .Parque Urquiza , está el señor que limpia autos…ya llega el agua, ahí esta el bebedero…Av .de la Libertad…se caerá una viga desde lo alto…?
Y así conozco el terreno. O un cuerpo. U otra cosa….
Conocemos lugares, espacios por diferentes motivos…como los conocemos…?.¿Como llegamos al conocimiento…?.¿De que clase se trata este conocer, para que conocemos…?.
Tal vez sean preguntas muy tontas y seguro hay miles de respuestas.
Patricio me pidió que actuara sobre dos de sus papeles cuadriculados.
En uno hice de memoria el recorrido con el que entreno, en el que corro casi todos los días. Desde casa hasta La Florida.
En el otro, el recorrido de la maratón de Chicago. Que lio. Tuve que mirar el recorrido de la página de la maratón en Internet. Ver para donde dobla el circuito acá o allá.
No se nada de un circuito y se todo del otro.
Pero los dos son para correr, cosa que conozco de que se trata, distancias que conozco, tambien.
Conozco y no conozco.
Yo quiero conocer determinadas calles de Chicago. Voy a correr sobre ellas!
Correré en otro lugar una distancia que ya conozco…otra vez puedo decir que conozco esa distancia por haberla repetido varias veces.
Correr no es solo correr.
En ese conocer descubro estratos. Capas.
Las calles, las distancias, la comida, el entrenamiento, los pensamientos que ocurren mientras se corre…la temperatura, la ropa.
Sin embargo casi todas esas cosas no se ven…casi seguro se sienten o se presienten.
Cerrito se transforma en Michigan.
La largada es la puerta de mi casa!
Rosario es Chicago .Y tal vez Chicago sea Rosario.
EL Norte será Sur.
Y el Oeste tal vez sea igual, pero en otro hemisferio.
Serán otras calles que corridas suman el kilometraje conocido.
No conozco las calles de Chicago.
No veré los silos del Macro que me dicen que por ahí paso a mas o menos 38 0 41 minutos desde que salgo de casa.
¿Qué habrá a los 38 minutos de la largada allá en Chicago?
El cuerpo va cargado de carbohidratos acá y allá.
Para correr acá y allá hay que comer.
Las calles, el paño donde se corre, es el sinónimo del la cancha de fútbol.
El lugar donde pasan cosas, bajo determinadas reglas.
Recorridos imprevistos de pelota y jugadores sobre el paño verde de la cancha de fútbol.
En cambio, en la maratón, todos vamos por el mismo lugar y dirección.
Linealidad ordenada de antemano.
42,195 km en Rosario, Buenos Aires, Chicago: la misma distancia en distintos lugares.
Conozco Rosario, pero no Chicago. A Buenos Aires la corrí dos veces!
Calles vistas de arriba, por acá doblo, por acá voy al Sur, por acá será la mitad de la distancia, desde acá se verá esto o aquello.
Conocer el terreno sin estar…se puede esto?
Fotos de la computadora de cada km .Chicago en el Google earth.
La comida como sinónimo de nafta.
Para llegar a la línea de largada vivo otra maratón: las visas, el viaje, el ahorro de dinero. Otros estratos. Otras capas.
Más fotos. Chicago desde arriba. Fotos de la intersección de dos calles.
Observo que todos dicen ante muchas actividades y la falta de tiempo…”y corrí de acá para allá”…”vivo corriendo”.Yo si corro!
Marcas. Acá doblare. Acá iré para el Sur. Detalles.
El entrenamiento, el día a día para correr. El gimnasio.
Fotocopias de mi diario de correr.
Cuanto mide una milla? Una milla aprendí que son 1,610 km.
Millas y KMs. KMs y millas.
Yo se donde tomar agua acá en Rosario cuando entreno sola. Allá, habrá puestos de hidratación atestados de corredores.
Los kilómetros o millas claves. 10 km -21km - 30 km - 40km
Que humedad. El sol esta bravo. Hace un frío bárbaro. El clima.
Los pensamientos en el km 34. Mas o menos lo se porque ya lo experimente…pero allá ? .Será igual…o me voy a distraer?
Estratos y capas de momentos, pensamientos, experiencias, conocidas y por conocer. Un verdadero collage.
Todo relacionado entre si, para intentar conocer lo desconocido sin estar.
Una verdadera obsesión.
Desde un punto de vista, claro.
Mabel
28.11.07
mabel y ana, parte dos
Seguimos en la segunda vuelta y le toca el turno a Mabel.
Previo a esta presentación, ella envió “el texto de la corredora”, donde, de alguna forma, explica sus recorridos, y se hace una gran gran pregunta: como conocemos?
Yo diría que el texto es perfecto para acompañar su presentación de hoy.
Mabel va a correr la maratón de Chicago, y esto implicó para ella una preparación mucho más detallada, estudiada, casi casi una receta médica.
Porque, desplegado en la mesa, el mapa de su diario, el mapa de sus tiempos, de sus paisajes, de sus calorías, de su peso, de sus pensamientos. Paralela a la preparación física, aparece la preparación del “papeleo”. Formularios por llenar, fechas, correr con fechas
Previo a esta presentación, ella envió “el texto de la corredora”, donde, de alguna forma, explica sus recorridos, y se hace una gran gran pregunta: como conocemos?
Yo diría que el texto es perfecto para acompañar su presentación de hoy.
Mabel va a correr la maratón de Chicago, y esto implicó para ella una preparación mucho más detallada, estudiada, casi casi una receta médica.
Porque, desplegado en la mesa, el mapa de su diario, el mapa de sus tiempos, de sus paisajes, de sus calorías, de su peso, de sus pensamientos. Paralela a la preparación física, aparece la preparación del “papeleo”. Formularios por llenar, fechas, correr con fechas
y trámites, siempre correr. Correr sobre la mesa con los dibujos y las palabras, acompañarla en el trayecto.
Mabel trabajó también conjuntamente con Patricio: él le hizo la propuesta de intervenir dos cuadrículas –como las que viene trabajando- una a la manera del plano de Chicago, otra a la manera de Rosario. Porque, la gran preocupación: Mabel desconoce Chicago, entonces hay que recrearla, objetivamente. Acá no vale inventar: hay que trazar las calles, y sobre todo, imaginar un recorrido. Imaginar lo que se conocerá. Traducir a millas, soñar las botellas de agua, calcular los puntos más altos y más bajos del rendimiento.
Capas y más capas, de información, de experiencias, de aire, de calles, de pies.
Mabel trabajó también conjuntamente con Patricio: él le hizo la propuesta de intervenir dos cuadrículas –como las que viene trabajando- una a la manera del plano de Chicago, otra a la manera de Rosario. Porque, la gran preocupación: Mabel desconoce Chicago, entonces hay que recrearla, objetivamente. Acá no vale inventar: hay que trazar las calles, y sobre todo, imaginar un recorrido. Imaginar lo que se conocerá. Traducir a millas, soñar las botellas de agua, calcular los puntos más altos y más bajos del rendimiento.
Capas y más capas, de información, de experiencias, de aire, de calles, de pies.
Vemos un video donde ella, trabajando con google earth, armó un recorrido “simulado”, como un viaje en auto de las calles de la maratón, y con la dificultad agregada de tener que pensar en millas, de reacomodar toda una rutina de trabajo, de acomodar el cuerpo a nuevas distancias, donde (casi) todo es posible.
Patricio menciona “Cosmópolis”, de Don Delillo, como experiencia de un diario de un día en una ciudad.
Ella se enfrenta a su propia idea: la idea de aplicar un pasado –el diario, la preparación- a un futuro casi casi desconocido pero ya familiar: Chicago.
Entonces, cómo conocemos? Corriendo por y a través de las experiencias.
A Mabel siguió la segunda presentación de Ana.
Desplegó su rollo de 10 metros de dibujos – el papel cubierto por tickets – y dijo : “estos 10 metros no sirven, no se pueden mostrar, no son prolijos, se abren las junturas, se notan los pliegues”.
Yo creo que a Ana le gusta dibujar, más allá del resultado, es preciosista con las terminaciones, pero hay algo en ese gesto compulsivo del dibujar que va más allá de la factura. Es un ejercicio. Mabel corre, Ana dibuja, como si estuviese entrenando para otra instancia. No porque el trabajo lo denote, sino porque ella misma no se siente a gusto con los resultados.
En esos diez metros hay una voluntad narrativa que es impensable de otra forma.
Si bien se parece a un “caos narrativo”, nos está contando un proceso y un proyecto.
Empezó a trabajar en cuadernos. Cuadernos de hojas lisas, que contienen los dibujos y le dan, a su vez, entereza y orden. Creo que es un intento de orden, por la cantidad de personajes y variaciones que van apareciendo.
Más allá, desparramados ordenadamente, ella desplegó mil dibujos más de más y más personajes. Su idea es generarse un propio archivo de dibujos, por tipos, por colores, por historias. Algo así como una base posteriormente trasladable a otros soportes, como tener una base de datos.
Ana está armando su propio universo reconocible, por ella, por nosotros, por otros.
No es casual que desparrame sus imágenes por la calle, a modo de huella.
“tengo la intención de sentirme fotocopiadora”, dice, mientras miramos los monkeys, mientras pienso que es frase de la nena limalimón, mientras pienso que la nena limalimón es la excusa más perfecta para encontrar a la verdadera Ana, la que lleva sus dibujos de mano, como compañeros de carrera.
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