21.10.07

mimi y evangelina

Más tarde le tocó el turno a Mimi Zelicovich.
Mimi es algo así como una “encontradora”. Ella trabaja con retazos de telas que encuentra en ocntenedores. Creo que esta práctica comenzó azarosamente, pero luego fue tomando la forma de una práctica habitual, hasta hacerla una experta en residuos textiles, y en saber donde encontrarlos. Su tela “fetiche es el jean, porque es el que abunda, o porque es el más resistente, o por la dos cosas.
Ella deja hablar a su elemento. Muchas veces la forma misma del retazo le sugiere qué producir.
En este momento vimos su serie de “joyas”, trabajadas por láminas del mismo jean intercaladas por otros lienzos de colores, encoladas, enrolladas entre sí, jugando para ser otra cosa que no son. Aquí la mano de la artista y el material se entienden fantástico. Yo me imagino un diálogo plácido, unas palabras afectuosas entre sus manos y la tela, además los géneros son materiales suaves, y es natural que generen formas suaves y delicadas.
Hace poco mimi presentó una instalacion-mural en la galería del pasaje pam.
Allí, una vidriera estaba invadida por sus formas orgánicas, donde dejaban de jugar con la mano de mimi yempezaban a jugar entre ellas, generando una vista que se parecía bastante a una visión que podríamos obtener desde un microscopio. Enseguida lo asocié con el trabajo de luciana con sus bacterias, esa misma relación de afecto, de cariño, una simbiosis.
Vimos además formas sueltas, como si fuesen pedazos de utilería. Mimi construye así, pequeños elementos que luego darán lugar a otras formas, construye partes de partes.
Pero la verdadera joyita que nos mostró fue una foto bastante inusual que ella tomó en nueva york. Una foto de una sesión de fotos en plena calle de un morocho muy musculoso, una imagen entre bizarra y cómica.
Otra ves, la encontradora. Aunque no sabemos si mimi encontró la imagen, o la imagen la encontró a ella.

La última del día fue Evangelina Cipriani. Eva colgó sus pinturas, las de la serie “on canvas”, que había presentado previamente en macro emerge.
Con Ana decidimos, cual confiadas amigas, sentarnos en el chill out del levante, ya que “la obra la conocemos”...



(un regalo no es un objeto encontrado. Un regalo es una elección.
El artificio, el papel que lo envuelve, es arbitrario. Esconde algo en su interior. Su esencia es envolver.
Aquí, el regalo no develado.
El color del papel silenciado.
Utilizado en su extensión como punto de partida.
Y la voluntad de ennegrecerlo. Es más máscara que máscara.
Intervenir e invertir la esencia de lo lúdico. Dar para quitar. Pero al final dar.
Es cosa seria.
Decidir callar el secreto del contenido del papel. Engañar.
Ofrecerse sólo para su contemplación.
El juego no es abrirlo, el juego es el del autor.
Nos permite ver ese pequeño camino que lo guió sobre la obra.
Caminar libremente por un sendero predeterminado. Huella sobre huella. Y extendernos (se) en ella.
La pintura es un engaño, me decía eva.
Ella nos engaña con estos falsos regalos.
No es trompe l’oeil. Es el gesto puro de ofrecer lo falso. Para que deje de ser falso.)

Este texto fue el que en su momento escribí para Evangelina, para la citada macro emerge.

Una vez que Eva terminó su exposición, habló del proyecto que generamos ella, yo, ana y juan angel szama, la proto-editorial patty hearst, y de empezar a trabajar conjuntamente con ana en la edición de su fanzine “almacén de baratijas”. Ahí empezamos a intervenir en la charla, y creo que lo más interesante de todo esto es que fue un proyecto que empezó a gestarse a partir de pensarnos en un taller, de encontrar proyectos o inquietudes comunes, y de ver como, realmente, se puede pensar y construir colectivamente.