5.11.07

marcelo exposito

Desborde.
Producción de subjetividad.
Desborde del sujeto, o sujeto desbordado : cuerpo vibrátil

Estos fueron los conceptos que más me hicieron eco estos días.
El desborde porque se me hace evidente, constantemente.
Producción de subjetividad, también. Pero ojo.




Sábado: Marcelo Expósito se presentó el sábado en el levante. Su tercera visita a Rosario, la segunda vez que acudo a un encuentro. La presentación del sábado me resultó riquísima por un lado, confusa por otro.
Asistimos a un momento de “relajación”, un impasse, un período de asentamiento y revisión de ideas, conceptos y prácticas, a la par que revisionamos, justamente, los límites y los desbordes en lo que hace a la crítica (general) de las instituciones (en general). Reposo? No lo creo.
Al menos, no viendo el entusiasmo de marcelo. O puede el entusiasmo además ser una de las formas del “acomodamiento” de las ideas? Armamos un rompecabezas? Encontramos alguna respuesta?
Desborde. Fue, literalmente, un desborde de información nueva. De colectivos nuevos (al menos para mí). Esta cuestión me hizo pensar, sumado a una formulación de Marcelo el martes en el parque españa: siguen existiendo, como tales, el centro y la periferia? Sí y no, como diría él.
Sí en lo que a nueva información y actualizaciones se trata (aunque esto me detengo a pensarlo, considerando – y queriendo, deseando casi- que a partir de la existencia de internet no quedarían “rincones inexplorados”.

(“en un mundo unificado es imposible exiliarse”, decía De(s)bord)

Me adelanto nuevamente a Marcelo el martes: “el desconocimiento de algunas obras y autores permite nuevas codificaciones”. Exacto. No conviene, entonces, pensarnos, a nosotros “periferia”, como la alternativa a las lecturas ya hechas? Esto es un punto a favor. Lo pienso en voz alta, porque siempre tendemos a atacar negativamente este tipo de dicotomías. Vuelvo a pensar, no deberíamos aprovecharnos de esto?

Un punto extraño (que se dio el sábado y además los días del seminario) encierra el concepto de “construcción de subjetividad”. Porque me parece un concepto bastante complejo para no profundizarlo, para no cerciorarse que todos estén al tanto de él. Creo que puede ser un concepto amplio, y justamente, que encierre un punto de vista “subjetivo”.
Mi conclusión del día : la estética del desborde. Como propuesta.


Lunes: después del parque españa pensaba esto: las “obras” están ahí para tomarlas. Para armar nuestros propios recorridos de lectura. Esto es lo que más me interesa de las exposiciones de Marcelo: las “alternatividades”. Recuerdo por momentos la lógica de los Wu Ming, el decidir desde donde contar la historia, y el “develar”. Contar, por qué no, las otras historias.
Mientras se proyecta el video del Grup de Treball pienso “ una imagen de una marcha son todas las imágenes de las marchas”. Me parece que el problema aquí es mío, pero lo sigo pensando.
Poco a poco se destila la idea de la producción del sujeto espectador. Retomamos puntos del seminario del año pasado para armar esta idea. Acá es donde veo la genialidad de Marcelo: en el encontrar los puntos perdidos para armar la historia à que obviamente no es lineal.
Maldigo por lo bajo nuestra formación académica basada en “hits” de la historia del arte, en movimientos que derrocan uno a otro, porque nos condicionan. Por suerte existe el desborde.
Vuelvo a pensar en el sábado, cuando él nos dice que la pregunta “esto es arte?” es inútil, y vuelvo a la pregunta que formulé yo en el taller “por qué esto es arte?” y me siento una inútil. O no. Como hablaba con Graciela, son preguntas que hay que hacer para darnos cuenta que estamos equivocados, y que hay que hacer otra pregunta.

Sumado al desborde, otro concepto: contaminaciones. Coletazos.
Cuando habla de “conceptualismo” y de los diferentes momentos en que este se manifiesta, vuelvo a pensar en esta cuestión centro- periferia. Y aquí pienso en el modernismo brasilero, en el movimiento Antropófago. Otra punto a favor para la “periferia”.
Y aquí vuelvo al sábado. Se hablaba de momento de reflexión, de revisión.
Pienso que todas las corrientes artísticas fueron lanzadas al mundo. Para ser retomadas o descartadas. Quizas esa sea también la revisión, la revisión de todas juntas para evitar la lectura lineal e historicista. El conceptualismo es un buen ejemplo, el dadaísmo, el situacionismo.

“el cuadrado rojo sobre negro de Malevitch es igual al afiche de Silence=Death de Act Up”

“el Pabellón de El Lissitzky parece el almacén de Ne Pas Plier”

(notas mía en el cuaderno de apuntes)

Vuelvo al concepto “contrucción de subjetividad”. Marcelo hace un extenso desarrollo del proceso paulatino de introducción del público en la obra, del papel de éste, de que se convierte en parte del dispositivo mismo, y, que a su vez, se repite a sí mismo para reformularse en un movimiento paradójico.

“en el mismo movimiento que se critica cada vez más a la institución se da más lugar al público, a qué es ese público, casi como si ese público fuese “aliado” del artista” (otra nota mía, repensable).

Martes: este segundo día marcelo desarrolla al feminismo como movimiento de ruptura que se suma a otros movimientos surgidos en las décadas de los 60-70.
Ante la palabra feminismo no puedo dejar de pensar en el chiste fácil que siempre recuerdo de una película: “el feminismo es un invento machista que pretendía que la mujer se libere para así entregarse sexualmente más facilmente al hombre”...en fin.

Es muy interesante la variedad de los videos, porque trabajan desde un punto de vista femenino y no feminista, o sea, no lo entiendo (al menos yo) como manifestaciones anti-masculinas sino como un rescate de lo femenino desde su “otredad” (otredad en el buen sentido, otredad como otro punto de vista de la misma historia masculina y lineal).
El cuerpo femenino como formador de subjetividad, como desbordado, también aquí.
Igualmente, en el video de Carolee Sheeman encuentro una contradicción. Dentro del supuesto “no porno” hay elementos del porno, como ser el plano detalle de los órganos genitales. Aunque, claro está, dentro de un contexto atemporal, casi onírico, que quizas permite ese desborde más “experimental”.
Un momento aparte –y sublime- : el video de Sadie Benning.
Enseguida pienso en la construcción de la propia historia y del propio personaje, justamente, como decía Marcelo, sin la cuota trágica que hace su aparición en la adolescencia.
Enseguida pienso en el film Tarnation (de Jonathan Caouette, 2003). La cara trágica, el mostrarse desmesurado, desbordado, ansioso. Pienso aquí en los foto-egologs, y en la construcción artificiosa y a la vez vacía del propio yo. Y a su vez en el rescate del yo delante del otro.
Otra vez, el desborde. Como construcción y como plataforma.
Siempre se trata de fundar lugares para el desborde y el intercambio.

No hay comentarios: